Antes sabías que había llegado el verano cuando empezaba a sonar por todas partes una música estridente que te taladraba los oídos. Decían que era fresca y alegre hasta que empezaban a sangrarte las orejas. En la radio sonaba una y otra vez la misma canción, como una tortura china, todo el día dale que dale. Encendías la tele y te perseguía un señor con pelazo y sonrisa Profidén. Era el rey del verano, había llegado Georgie Dann y sabías que se quedaría hasta que acabase el buen tiempo y tocase volver a la rutina. Entonces lo guardarían en el armarito donde guardan lo que no se va a usar hasta la próxima temporada y asunto resuelto hasta el año que viene en el que volvería como las golondrinas de Bécquer. Era la canción del verano y en eso Dann no tenía rival. Hasta que llegaron para quitarle el trono de los eternos veranos musicales y se nos llenó el año hasta los topes de ese mismo soniquete machacón, letras simples y demasiados decibelios. Ahora parece que vivamos en una canción del verano perenne todo el santo año y claro, andamos saturados, se han cargado el fenómeno y jubilado a Georgie Dann. El Autotune ha arrasado con todo.
Pero este año, mira tú por donde ha salido distinto. Pensaba que pasaríamos el verano con “noche de fiesta”, Macario, Monchito y Rockefeller, que ha quedado como un santo cuervo comparado con el que le metía mano, cuando nos han aparecido con un remake de “El Chiringuito” ya sabes, la cancioncilla aquella en la que se idolatraba el fenómeno del merendero playero, sin mascarillas ni nada (que temerarios).
Pues nada, nos han llegado la increíble Ayuso (¿Cuántas tardes de gloria más nos dará esta señora?) y el incalificable Cantó para decirnos que la una le ha montado un chiringuito playero al otro en mitad de Madrid para que cumpla con una función imprescindible, nada más y nada menos que defender el español en plena capital del Reino, ahí es nada, aunque bien pensado “El Español” a defender puede que sea su propia persona (vista la cantidad de gente hasta de su supuesta profesión que quiere perseguirlo a gorrazos) o el periódico de Pedro J. Por lo visto el lingüista y preparadísimo filólogo Cantó viene a solucionar los problemas que tienen para que no se pierda la segunda lengua más importante del mundo la Real Academia Española de la Lengua y sobre todo el Instituto Cervantes. Ha llegado Cantó “El Español”, no suframos, no le hace falta ni capa ni nada. Ya ha demostrado con sus últimos logros que es un artista, del abandono y la queja sin pies ni cabeza pero un monstruo inigualable al fin y al cabo.
Andaba yo pensando que como Ayuso no da puntada sin hilo seguro que habrá hecho esto por algo (al estilo de supervillano de tebeo pero con mala baba, como siempre). ¿No le habrá puesto un “pudridero” como los de El Escorial para que se esté ahí, solito y fresquito para que se siente a leer en el diccionario el significado de la palabra “decencia”? No se, me huele que teniendo en cuenta que desde Génova le “colgaron el mochuelo” de Toni Cantó igual se le ha ocurrido meterlo en un asunto megaridículo y sin sentido para quitárselo de encima, tener algo más con que ir limando a Casado que ya empieza a vérsela venir y de paso mirar a ver si rasca un poco de “share” entre los mundillos populistas y los sincerebristas que ella tanto frecuenta. Pero mucho me temo que esta vez le ha salido mal, el titular del chiringuito no tiene capacidad de sentir vergüenza alguna. Si nos hubiese preguntado por Valencia le habríamos advertido, pero claro, como ella no sale de Madrid…
Salva Colecha
* Salva Colecha es colaborador en el Ateneo. Su espacio, aquí.
* Salva Colecha es autor del blog "En zapatillas de andar por casa".