Los mendrugos que nos gobiernan no van a admitir el error, pues con el “pedimos prudencia a la población” ya han salvado su conciencia
Los políticos pierden el conocimiento muy a menudo, no son responsables de las consecuencias que originan sus decisiones. Han anunciado como proeza que el uso de la mascarilla ya no será obligatorio en determinadas circunstancias. Y lo hacen en plena subida de incidencia acumulada de contagios de coronavirus en España. Eso sí, advierten a la población que tenga prudencia y con esto se han puesto un caparazón a su inutilidad.
Hay una parte de la población que puede convivir en sociedad, pero hay otra que va a romper desde el minuto uno con esa prudencia porque son unos inadaptados. Y eso simulan desconocerlo los politicuchos de tres al cuarto porque su marketing de quedar bien con todos lleva a que muchos imbéciles sociales campen a sus anchas. Estos políticos inservibles son incapaces de controlar a esa horda de insensatos que no quieren seguir las normas de la vida en común.
Hay que hacer caso a los expertos y no a los mendrugos que nos gobiernan que, de ninguna de las maneras, van a admitir el error, pues con el “pedimos prudencia a la población” ya han aliviado su conciencia. El uso de las mascarillas ha salvado muchas vidas; no son un instrumento de tortura, sino una barrera de protección.
Ramón
Alfil
Una
posdata más que necesaria
Aclarar que
con otras ideologías políticas no mejoraríamos, no se trata de quien gobierne o
por quienes pudiéramos estar gobernados, sino de que los conceptos de
inutilidad, incompetencia y priorizar el interés de la ideología al interés
general ya están enquistados en el panorama político, sin distinción de
izquierdas o derechas.
Foto: Caniceus (libre de derechos)