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09 enero 2022

El desconsolado

Cuando estaba en el instituto, a principios de 3º de BUP, acordamos que el viaje de fin de curso sería a Italia. Para ello, a lo largo del año, vendíamos camisetas, lotería y hacíamos rifas en las que la papeleta era el típico calendario de bolsillo.
He recordado que yo vendí uno que era muy gracioso. Era un dibujo de un hombre subido a una silla con una cuerda alrededor del cuello y al pie de la silla una nota en la que explicaba los motivos de su suicidio.
Aunque no recordaba las palabras concretas nunca olvidé aquel texto que tan difícil me resultaba de entender.
Hace unos días lo encontré de nuevo después de tantos años. A ver si leyéndolo con calma, esta vez, logro entenderlo.  Marino Baler

Verá señor juez:
Tuve la desgracia de casarme con una viuda; de haberlo sabido no me hubiese casado, porque ésta tenía una hija. Mi padre, que era viudo, para mayor desgracia se enamoró de la hija de mi mujer, de manera que mi esposa era suegra de mi padre y, al mismo tiempo, era mi yerno.
Al poco tiempo mi madre trajo al mundo un varón, que era mi hermano, pero era nieto de mi mujer, de manera que yo era abuelo de mi hermano.
Al correr el tiempo mi mujer trajo al mundo un varón y como era hermano de mi madre era cuñado de mi padre y tío de su hijo, mi mujer era suegra de su propia hija, yo, en cambio, soy padre de mi madre, mi padre y su mujer son mis hijos y además yo soy mi propio abuelo.
Ya ve señor Juez, me despido del mundo porque no sé quién soy.
El desconsolado

* Marino Baler es colaborador en el Ateneo. Su espacio, aquí.
* Marino Baler es autor del blog "Pensamientos y más cosas".