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15 febrero 2023

El Quijote según Gustave Doré

Si a cualquiera de nosotros nos pidiesen que hiciésemos un retrato robot físico de cómo era don Quijote y Sancho Panza, supongo que habría una coincidencia de un 85 % en las descripciones. 
De don Quijote no hay duda, “frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro”, pero de Sancho Panza sólo se dice, al final de la primera parte, que era “de cuerpo chico”, nada más, el aspecto horondo con que se le representa viene del subconsciente por ser “gran comilón”.
A la imagen del amo y escudero no cabe duda que contribuyó Gustave Doré. Yo, por mi parte, de la misma forma que el caballero andante imaginaba su mundo, también prefiero imaginarlos tal y como yo los veo, no como otros lo hagan. “Porque has de saber, amigo Sancho, que todas las cosas de este castillo son como de encantamiento”.
Marino Baler

* Marino Baler es colaborador en el Ateneo. Su espacio, aquí.
* Marino Baler es autor del blog "Pensamientos y más cosas".

23 abril 2021

Antonio Machado y el Quijote, mi poeta y mi locura


¿Qué más podría pedir, literariamente hablando, que mi poeta y mi locura? Antonio Machado y don Quijote… juntos. Aunque estos días siempre me acuerdo tristemente del poeta, joyas como esta dan un poco de bienestar a mi alma.

Un discurso inédito de Antonio Machado sobre el Quijote

Entre los numerosos manuscritos de Antonio Machado que conserva la familia destaca este discurso sobre el Quijote, que los herederos de Machado han tenido la amabilidad de cederme para su publicación.
Se trata de 12 hojas de 14 × 19,8 cm escritas por una sola cara a lápiz y a tinta, con bastantes tachaduras y correcciones. En el corte superior de las hojas hay restos de dentado, como si hubieran sido arrancadas de un bloc perforado. Lamentablemente, entre las hojas 3 y 4 falta una o más hojas del discurso, que quizá aparezcan cuando sea posible ordenar y transcribir los cientos de borradores de Machado que posee la familia. Por último, la hoja 5 estaba traspapelada entre los «manuscritos de Sevilla».

11 marzo 2021

El primer párrafo del Quijote

Hay palabras que no pueden pasar desapercibidas, frases que se quedan a vivir dentro de uno. A veces son líneas de un libro, el eco de una charla, una declaración que parte el mundo en dos o el estribillo de una canción que dice más de lo que creíamos que podía decir. Son fragmentos, astillas de un buen palo que deben quedar para siempre en la memoria colectiva.
Esta serie nace del deseo de rescatar esas piezas brillantes —míticas por lo que evocan, por lo que resumen, por cómo nombran lo inefable—. No importa si vienen de la literatura, del cine, de una entrevista o de una simple charla cotidiana. Si tienen poso, en esta etiqueta de "Fragmentos míticos" que inicio hoy tendrán su lugar.
Para estrenar la serie he elegido el primer párrafo del Quijote, toda una obra maestra de apertura literaria. No solo presenta a Don Quijote, inaugura una forma de narrar que cambiaría la literatura para siempre. Es, sin duda, un fragmento mítico por derecho propio.

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llamaba Quijana. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad".

La ilustración de esta entrada está libre de derechos

21 febrero 2021

Cuando Rubinstein toca a Chopin todo suena fácil

"Tengo el orgullo de decir que aprendí español leyendo el Quijote".

Citas de Arthur Rubinstein (1887 - 1982)

Tengo el orgullo de decir que aprendí español leyendo el Quijote porque era el mejor camino para llegar a la belleza, la nobleza de las palabras y las expresiones magníficas de esta lengua.

Ser judío es un gran orgullo.

Al final de la vida uno pierde muchos amigos porque se mueren antes que uno mismo y eso es una causa de mucho dolor.

Cada concierto es un debut y se siente miedo.

Soy un gran coleccionista de momentos de eternidad.

Harold Charles Schonberg dijo de Rubinstein...

“Cuando Rubinstein toca a Chopin todo suena fácil y no debe ser tan fácil porque no hay a su alrededor ni un solo pianista en el mundo capaz de igualarlo”.

Harold Charles Schonberg fue un crítico estadounidense del New York Times temido por los músicos.

Rubinstein fue un políglota, destaca en el vídeo la importancia que el músico 
le da a las lenguas como vínculo de comunicación y arraigo al ser humano.
Describe que su libro de texto para aprender español fue el Quijote.

Cadena de lecturas y espacios

07 enero 2021

Leer el Quijote es como hacer el amor con la mujer amada

 

Suele ocurrir que muchas cosas las damos por supuestas por el simple hecho de conocerlas y nos vemos en la creencia de poder prescindir de ellas pensando que no vamos a descubrir nada nuevo. Se me ocurre el ejemplo de la película Psicosis. Estoy convencido que cualquiera de nosotros podríamos decir algo de ella, pero eso, como es mi caso, no significa que la hayamos visto. En el campo de las artes y letras ocurre lo mismo… ¿qué persona que sea medianamente lectora no ha escuchado hablar de La Odisea? ¿Cuántos lectores la habrán leído?
En mi vida me he encontrado con gente apasionada al fútbol, que se pasarían horas y horas hablando de este deporte; a los toros, gesticulando con sus manos pases de capote; a los coches o motos, conociendo marcas, modelos, cilindradas y consumos y, por supuesto, a la política, hablando como si tuvieran la piedra filosofal para arreglar los males de la sociedad. Pero, sin embargo, hay una gente con la que no me he encontrado nunca: apasionados por el Quijote.