Sin querer llegar al extremismo del carismático Bill Shankly cuando dijo que "algunos creen que el fútbol es una cuestión de vida o muerte, pero están equivocados; es mucho más importante que eso", sí quisiera destacar que este deporte tiene un poso que lo diferencia de otro si se sabe profundizar en su conciencia que, por supuesto, va más allá de la bufanda y los gritos en la grada. Mi percepción del fútbol siempre fue la de un estudioso apasionado de esa conciencia y busqué las pepitas de oro entre un río revuelto que lo ha llevado al puro negocio y a respirar continuamente un aire selvático en el que se impone la tiranía de los más voraces.
Cuando el fútbol era fútbol
Esa pasión me llevó a vivir durante once años de manera profesional como agente de jugadores licenciado por la Real Federación Española de Fútbol hasta que sentí vergüenza muchas veces por ejercer esa profesión y tuve que pedir a la federación que retirara mi licencia. Hoy, soy feliz, vuelvo a disfrutar de este gran deporte porque vuelvo a indagar en busca de esa conciencia que unas líneas más arriba he mencionado. Eso sí, me he quedado anclado en otra época: cuando el fútbol era fútbol.
En qué ateneo que se precie de serlo
no se habla de fútbol
Explicado el componente íntimo justifico, en parte, por qué me gusta escribir sobre fútbol en este blog personal. No obstante, se completa el razonamiento porque, seamos sinceros, en qué ateneo que se precie de serlo no se habla de fútbol.
Ramón Alfil
Post scriptum | Decido etiquetar esta sección con el nombre de Clan de Fútbol, porque es apropiada sólo para un grupo reducido de personas que bien podrían formar una familia unida por el vínculo de amar al fútbol cuando era fútbol.
Sobre la imagen. Desconocemos el autor de la ilustración que encabeza esta entrada. Si alguien puede aportar datos sobre la autoría de la misma lo agradeceríamos.