El crecimiento del tráfico marítimo global representa una serie de amenazas crecientes para la biodiversidad marina, tales como la contaminación, las colisiones con embarcaciones y las perturbaciones en el comportamiento de las especies. En este contexto, un equipo científico, liderado por la Universidade do Algarve (Portugal) con la participación de la Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha revelado una cobertura insuficiente de las Áreas Marinas Protegidas y subraya la necesidad de intensificar las medidas de conservación.
La investigación, publicada en Biological Conservation, detalla el análisis que se ha llevado a cabo a nivel mundial, en el cual se han identificado las regiones donde la alta biodiversidad coexiste con una actividad naviera intensa o escasa.
Cerca del 90% de todas las mercancías del comercio internacional se transportan por mar. Más allá de su importancia económica, esta actividad es crucial para la seguridad alimentaria, la distribución de energía y el acceso a bienes esenciales. “No obstante, sus efectos sobre la biodiversidad marina son extensos y graves, especialmente en animales grandes como cetáceos, focas, leones marinos, tortugas y aves marinas”, indican los autores en el artículo.








