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18 agosto 2021

El doble placer del aprendizaje

Pitágoras: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”


La enseñanza, que debería ser una de las profesiones más valiosas y gratificantes, tiene dos partes: la del que enseña y la del que aprende. Pero su éxito depende de que el maestro o profesor se asegure de que los conocimientos que imparte queden bien aprendidos por sus alumnos. La enseñanza es para la gente, siempre es lo más importante.
El profesor que no sabe despertar el aprendizaje, por parte de sus alumnos, de la materia que enseña, debería hacérselo mirar. Todo el mundo, incluso con problemas físicos o mentales, puede llegar al conocimiento, aunque algunos precisen de una educación especial. La educación es la base de todo progreso cultural y material.
El sabio griego Pitágoras decía: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.
Tuve un profesor que decía “el saber no ocupa lugar, pero ocupa tiempo”. Y es muy valioso cualquier tiempo dedicado a enseñar y a aprender, para situarnos en el mundo, relacionarnos con los demás y con el entorno que nos habita y nos nutre.
Enseñar bien es un arte y requiere mucha entrega e ilusión. Pero no lo es menos y va a la par el aprender.
Siempre he pensado que el que no tiene cultura es porque no quiere. Me refiero a cultura, en general, a tener inquietudes a coger un libro y leer, querer aprender; una ventaja que hoy en día es muy sencillo con internet. No me estoy refiriendo a estudiar una carrera e hincar codos… en mi caso podría decir que una cosa es lo que te obligan a aprender para aprobar un examen y otra lo que realmente después es útil.
Pero, remitiéndome a mi antiguo profesor, aprender “ocupa tiempo”. Es más sencillo llenar ese tiempo con ignorancia.
Marino Baler

* Marino Baler es colaborador en el Ateneo. Su espacio, aquí.
* Marino Baler es autor del blog "Pensamientos y más cosas".

La fotografía es de MorningbirdPhoto (libre de derechos).